Con la llegada del verano es conveniente poner especial interés en el cuidado de la piel para prepararla ante la exposición al sol y los largos periodos al aire libre. Limpieza, hidratación, fotoprotección y personalización de los productos constituyen las claves del cuidado de la piel

Problemáticas como la hipersensibilidad, el fotoenvejecimiento, el acné o la atopia, que afectan de manera frecuente a la población, requieren unos cuidados amplios y precisos, pero “se padezcan o no patologías cutáneas, el cuidado diario de nuestra piel debe estar motivado por más razones que las meramente estéticas“. La rutina que “ayudará a lucir una piel sana y cuidada se basa en diez sencillas pautas“:

1. Transformar en un hábito la higiene diaria del rostro.

Es recomendable limpiar la piel del rostro por la mañana y antes de acostarse, con el fin de eliminar impurezas y maquillaje. Para que la limpieza sea efectiva y no agresiva, utilizar productos específicos para el rostro.

2. Hidratar la piel por fuera.

Para lograrla de forma efectiva, debes elegir leches hidratantes que se adapten a tu tipo de piel y aplicarlas diariamente mediante suaves masajes en todo el cuerpo, no sólo en el rostro. Es un aspecto esencial para lograr una piel sana y elástica.

3. Hidratar la piel por dentro.

El agua mantiene la piel hidratada y ayuda a eliminar toxinas. El truco está en ingerir líquidos regularmente (entre uno y dos litros diarios) y sin esperar a tener sed.

4. Tomar frutas y verduras.

Los antioxidantes, vitaminas y minerales que contienen son los aliados perfectos para una piel sana y luminosa. Alimentos como la granada, la manzana, la zanahoria, los cítricos y la piña poseen propiedades antinflamatorias, depurativas o protectoras, entre otras. Los cereales integrales también pueden ser muy beneficiosos, porque son fuente de antioxidantes, que ayudan a frenar los efectos del envejecimiento.

5. Adaptar los cuidados de la piel a la edad.

Las necesidades de la piel evolucionan con la edad. Si eres joven, demandará sobre todo hidratación; y conforme vas cumpliendo años, debes dedicarle más tiempo, cuidados antioxidantes y una buena dosis de nutrición.

6. Fotoprotección durante todo el año.

La fotoprotección es necesaria a cualquier edad y no solo hay que protegerse verano, también se deben tomar precauciones el resto del año y en días nublados. Los productos han de estar adaptados a nuestro fototipo y debemos prestar especial atención al rostro. Serán bienvenidas gafas de sol, gorros y sombreros.

7. Vigilar la aparición de manchas.

Permanece alerta frente a las pigmentaciones con el fin de evitar su extensión u oscurecimiento. También debes prestar atención a las pecas y lunares y, en caso de percibir variaciones importantes en su tamaño o color, acudir a un dermatólogo.

8. Mimar las manos.

Es crucial que las hidrates con cremas específicas y las protejas con guantes de las bajas temperaturas”.

9. Cuello y escote también existen.

Su piel es muy fina y está muy expuesta a las agresiones del entorno. Limpieza, hidratación, nutrición y fotoprotección constituyen de nuevo las claves para que esta parte de tu cuerpo se mantenga elástica y firme.

10. Ellos, también.

Esta no es una cuestión exclusivamente femenina y la población masculina también debe ser consciente de los cuidados precisos para que la salud se refleje en su piel.

Fuente Correo Farmacéutico