La dificultad para conciliar y/o mantener el sueño, y la imposibilidad de disfrutar de un sueño reparador aumenta el riesgo de padecer sobrepeso u obesidad, hipertensión y otras enfermedades.

“El sueño cumple un papel muy importante en nuestro metabolismo, en nuestro sistema inmunológico, en el estado de ánimo, en la memoria, en el aprendizaje… Por lo que no dormir adecuadamente puede conllevar a que surjan complicaciones endocrinas, metabólicas, psicológicas, inmunológicas, psicomotoras, además que cada vez más se considera el mal sueño como un desencadenante o riesgo para determinados trastornos neurológicos, como ictus, Parkinson, Alzheimer o diversas enfermedades neuromusculares. En definitiva, no dormir adecuadamente es un problema de salud”.

Quien habla es el doctor Carles Gaig Ventura, Coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN), que según los datos que maneja el insomnio es el más prevalente entre la población española (20-30%), seguido del síndrome de las piernas inquietas (5%) y del síndrome de apneas-hipopneas del sueño (4-5%). Aunque también son frecuentes otros trastornos del sueño como la narcolepsia, la hipersomnia idiopática, el trastorno de conducta durante el sueño REM, parasomnias o trastornos del ritmo circadiano.

Precismanete el insomnio, es decir, la dificultad para conciliar y/o mantener el sueño y la imposibilidad de disfrutar de un sueño reparador, a largo plazo puede conllevar mayor riesgo de padecer ciertas patologías. “Una falta de descanso habitual a largo plazo, aumenta el riesgo de padecer sobrepeso u obesidad, hipertensión y otras enfermedades cardiacas, además de afectar al bienestar general y a la calidad de vida”, explica por su parte la doctora Maribel Andrés, neurofisióloga y responsable de la Unidad del Sueño del Hospital Vithas Castellón.

¿Cuándo se sufre insomnio?

Según explica la experta, un estado de estrés, nervios o ansiedad ante la presencia de algún problema o acontecimiento importante, puede producir un insomnio puntual. “Pero si se repite o dura en el tiempo, es decir, varios despertares durante la noche sin poder conciliar de nuevo el sueño; más de 3 episodios de insomnio por semana, y su duración es superior a los 3 meses, ya se puede hablar del insomnio como una enfermedad crónica”, añade la especialista.

¿Cómo se diagnostica el insomnio o un trastorno del sueño?

La doctora Maribel Andrés recomeinda encarecidamente “acudir a una unidad especializada del sueño donde se realice un examen médico completo del paciente y un estudio del sueño que es la polisomnografía, prueba diagnóstica de referencia”.

¿En qué consiste una polisomnografía?

Para realizar esta prueba el paciente pasa una noche durmiendo en la unidad siendo monitorizado de forma exhaustiva por personal cualificado. Se trata de un registro nocturno de la actividad cerebral, el nivel de oxígeno en la sangre, la respiración, la función cardiaca, la postura, los movimientos corporales, y otras variables, que permiten lograr un diagnóstico preciso de las alteraciones que se producen durante el sueño. Además, el registro comprende una grabación en video y audio de cualquier movimiento o conducta anormal durante la noche.

“La polisomnografía completa es la única prueba que aporta toda la información necesaria para llegar a solucionar el problema de manera individualizada, ya que para establecer un correcto diagnóstico de cualquier trastorno del sueño se debe monitorizar de forma imprescindible la actividad bioeléctrica cerebral (estadios de sueño) y también las funciones biológicas ya descritas anteriormente”, epxlica la doctora Andrés.

Diagnóstico

“Se llega a conocer el origen y las características del insomnio tras una valoración personalizada (historia clínica previa) y con los resultados de la polisomnografía nocturna. Esto permitirá establecer el tratamiento adecuado puesto que se enfoca el problema de manera individualizada y desde un punto de vista multidisciplinar, pudiendo redirigir al paciente a especialistas como neumólogos, neurólogos, otorrinolaringólogos, odontólogos, psiquiatras o psicólogos. Además, es básico y muy importante corregir los comportamientos que impiden conciliar el sueño para sustituirlos por hábitos nuevos siguiendo unas buenas pautas de higiene del sueño”, concluye la especialista.

Fuente Deporte y vida