Si queremos lucir un rostro fresco y luminoso, lo que debemos hacer es seguir la rutina coreana, pero simplificada al modo europeo. De ese modo, sus diez pasos se convierten en cuatro. Es la solución ideal para las personas que se están iniciando en el mundo de la cosmética oriental.

Con esta rutina, el sueño de tener esa piel perfecta y sana de las mujeres coreanas, es algo más alcanzable. Los pasos de esta rutina tienen como objetivo conseguir que tu piel diga adiós al estrés, a la contaminación, a la fatiga y a las agresiones ambientales.

Paso 1. La limpieza, más importante que nunca

La base sobre la que se construye esta rutina de belleza es una cara limpia, y lo ideal es lavarla dos veces al día: una por la mañana y otra por la noche. Todo con el fin de que no aparezcan imperfecciones.

Este proceso se realiza en dos pasos. Por un lado, se escoge una base oleosa para eliminar todos los restos de grasa, como maquillajes y cremas. Además, dejará la piel muy suave. A continuación, llegará el momento de utilizar un jabón o limpiador perfectamente eficaz en un primer momento, pero que es ideal para terminar de retirar todos los posibles restos, Este paso puede simplificarse aún más utilizando solo un buen desmaquillante de base acuosa.

Paso 2. No hay que olvidar la hidratación

La hidratación es un paso fundamental en la rutina facial coreana. Tras lavarnos la cara aplicaremos nuestra crema o spray hidratante, teniendo en cuenta que los productos coreanos no solo hidratan sino que tratan los problemas del rostro.

Debemos tener presente qué producto escoger dependiendo del tipo de piel, ya que la textura y los efectos varían. Para la piel grasa, lo mejor es seleccionar una hidratante con una textura liviana, como un spray, que regule la cantidad de sebo en la cara; para la piel seca es más interesante una opción más rica, que hidrate en profundidad. Es fundamental elegir muy bien el producto en cuestión.

Paso 3. Activar y tonificar la piel

El tónico o sérum es un producto que trata los problemas de la piel y prepara el rostro para que la crema reparadora se absorba mejor. En la cultura oriental de belleza los tónicos son hidratantes, no contienen alcohol y sirven para equilibrar el pH. Esta última función es muy importante para tener el manto ácido sano y que no se produzca ningún tipo de infección. Estos productos pueden tener además otras cualidades, como efectos rejuvenecedores o antimanchas.

Paso 4. Aplicar la crema correctora

Desde protectores solares a geles vitaminados, cremas para nutrir la piel, alisadoras antiarrugas, purificantes con efecto mate, bálsamos calmantes… Este es el momento de aplicar el producto específico para el efecto que estamos buscando en nuestra piel. Hay una amplia variedad de posibilidades; y es que hemos de tener presente que estamos simplificando un proceso de diez pasos, y que la rutina completa incluiría productos con buena parte de estos efectos. Nosotros, sin embargo, elegiremos uno: el que resulte fundamental para reequilibrar nuestra piel.

Como hemos podido ver, la rutina coreana simplificada es una buena forma de mantener nuestro rostro fresco, suave y sin brillos. Quién sabe, quizá después de un tiempo nos animemos a probar el ritual completo.

Fuente Jowae