Aunque los baños de sol producen beneficios para la salud, como el aporte de vitamina D a nuestra piel, lo cierto es que también suponen importantes riesgos. En los últimos años se ha producido un crecimiento notable del cáncer de piel, especialmente del melanoma. Entre las principales causas del incremento de esta patología figura la exposición inadecuada a los rayos del sol como principal desencadenante de este tipo de tumor. Es conveniente entender los riesgos y señalar las protecciones necesarias para disfrutar del sol, minimizando los riesgos.
Además del cáncer de piel, la exposición inadecuada a los rayos solares tiene otras consecuencias negativas:
- Produce manchas y favorece la aparición de arrugas
- Puede ocasionar problemas de visión
- Puede causar quemaduras en la piel
Entre los rayos que se desprenden del sol, los enemigos de nuestra piel son, principalmente, los rayos UVA y los UVB. Los primeros favorecen el envejecimiento prematuro de la piel y los segundos son los responsables de las quemaduras producidas por el sol. Ambos aumentan el riesgo de cáncer cutáneo, pero los UVB más especialmente que los UVA.
Una exposición, moderada, a los rayos del sol es recomendable por los beneficios que supone para la salud, pero siempre siguiendo una serie de pautas fundamentales:
- Utilizar una protección solar adecuada para nuestro tipo de piel y coloración, repitiendo la aplicación de esta fotoprotección en varias ocasiones mientras se prolongue el baño de sol.
- Evitar las horas centrales del día, de 12 a 16 horas, cuando los rayos nocivos del sol tienen una mayor incidencia.
- Ir incrementando el tiempo de las exposiciones al sol de forma paulatina.
- Utilizar gafas de sol con filtros protectores de los rayos ultravioleta (UV) que deben garantizar una protección del 100%.
- Emplear sombreros para proteger la cabeza y las partes de la cara expuestas de forma permanente a los rayos solares, como las orejas o la nariz.
En la actualidad existen diferentes técnicas para paliar el envejecimiento prematuro o la aparición de manchas. Además, si la piel del paciente experimenta algún tipo de alteración o se modifica el aspecto de alguna mancha o lunar ya existente, debe acudir al Dermatólogo para que lo examine. Es esencial tener en cuenta la importancia de un diagnóstico precoz en cuanto al cáncer de piel.
Fuente Correo farmacéutico