El objetivo es que los fármacos falsificados entren en la cadena de suministro

La globalización también ha llegado al mundo de la farmacia de modo que el sector se ha propuesto blindar su actividad para protegerlo de las amenazas y mejorar aún más si cabe la prestación a los usuarios. En un ejemplo de extrema eficacia, las farmacias de la provincia y las del resto del país han activado un dispositivo en un solo día, que da un salto cualitativo a la hora de garantizar la prestación que se da a nivel de oficina de farmacia.

Se trata del Sistema de Verificación de Medicamentos que ha sido puesto en marcha el pasado mes de marzo. Desde el colectivo de farmacéuticos han detallado que se trata del resultado de una normativa a nivel europeo que tiene como objetivo dar un paso más en la seguridad farmacéutica.

Ofrece la trazabilidad del medicamento desde que sale de su laboratorio de fabricación hasta el consumidor

Pero el avance que se ha hecho realidad también en el resto de los países de la Unión Europea posibilita otro aspecto de enormes ventajas: ofrece la trazabilidad del medicamento desde que sale de su laboratorio de fabricación hasta el consumidor.

ara los boticarios, “esto por ejemplo, tiene una ventaja excepcional a la hora de que hubiera que retirar alguna partida defectuosa ya que será aún más sencillo identificar a los usuarios que han adquirido esos medicamentos en cuestión, con lo que su retirada se facilita notablemente y se evitan posibles efectos adversos”.

Se ha abierto así un plazo en el que los medicamentos han de llegar a las oficinas de farmacia con un nuevo código de identificación o Datamatrix (DM), al parecer más completo que el código de barras tradicional. De este modo, todas las boticas están provistas de un escáner que sirve para leer tanto el código tradicional como el DM que viene como un QR. Se trata de un proceso que marcará el futuro de la dispensación farmacéutica, aunque no será de la noche a la mañana.

En el DM se incluye el lote, las dosis que vienen en cada formato, la fórmula, el laboratorio que lo ha producido y la fecha de caducidad. Para implantarlo, los laboratorios tienen un plazo de cuatro años. A esto hay que añadir que la caducidad de la mayoría de los fármacos es también de cuatro años por lo que el proceso se demorará como mínimo, durante ese plazo de tiempo.

No obstante, y tal y como han afirmado desde distintos colegios farmacéuticos, hay aun asuntos por perfilar. Uno de ellos es que los laboratorios se adapten al DM del que se ha provisto la Unión Europea que es distinto al de Estados Unidos o los países asiáticos.

Una de las diferencias que llaman la atención del DM resprecto al código de barras tradicional es que incluye la fecha de caducidad del medicamento

Una de las diferencias que llaman la atención del DM respecto al código de barras tradicional es que como ya se ha comentado, incluye la fecha de caducidad del medicamento “lo que supone tener un mayor control». Todo el proceso del Datamatrix concluye precisamente en las farmacias donde queda desactivado.

Es el momento en que el medicamento se le entrega al usuario si bien permite la trazabilidad ya aludida que “nos permite saber dónde está el fármaco en cada momento que para el usuario, supone una mayor seguridad a la hora de saber qué es lo que se está llevando a casa”.

Fuente Diario de Almería