Los especialistas advierten que este tipo de patologías afectan a pacientes cada vez más jóvenes
La primavera llega esta semana con malas noticias para las personas que sufren alergias: los niveles de concentración de polen en el aire son excepcionalmente altos, según los investigadores de la Xarxa Aerobiològica de Catalunya de l’Institut de Ciència i Tecnologia Ambiental de la UAB (ICTA-UAB). Esto augura una temporada “complicada” para los alérgicos al polen, que en los últimos días ya han empezado a sufrir los síntomas habituales de su patología: picores de nariz y ojos, estornudos, obstrucción nasal e incluso asma y dificultades para respirar.
Las importantes lluvias del otoño y un invierno de temperaturas suaves se han traducido en una importante polinización de varias de las especies que provocan la mayor parte de las alergias. Los datos obtenidos de la polinización del ciprés en la estación de Bellaterra (Barcelona), que florece durante el primer trimestre del año, ya indican los valores más altos desde 1994, algo que se podría extender a los plataneros -muy presentes en ciudades como Barcelona-, la parietaria o el olivo.
Muchas lluvias y poco frío= mayor nivel de polen en el aire
Las previsiones podrían mejorar si “llueve con fuerza durante el día” en los meses de la primavera (lo que arrastraría el polen hacia el suelo, en vez de hacia el aire) o si suben las temperaturas de manera repentina, lo que implicaría que la polinización acabara antes de lo habitual, ha explicado Jordina Belmonte, investigadora del ICTA-UAB, en rueda de prensa.
Aunque las concentraciones de polen en el aire serán superiores a la media de los últimos años, los expertos no prevén que la incidencia sea mucho más alta que en la primavera del año pasado, cuando los alérgicos ya sufrieron más de lo acostumbrado. El factor diferencial de esta temporada son las lluvias del pasado otoño, más intensas, y el poco frío que ha hecho este invierno. A todo ello cabe añadir otros factores medioambientales atribuibles a la acción humana, como los altos niveles de contaminación, que también favorecen la mayor producción de polen.
Incremento de las alergias y pacientes cada vez más jóvenes
La doctora Teresa Garriga, especialista en alergología del Hospital de la Vall d’Hebron, ha recordado que las enfermedades alérgicas se han duplicado en los últimos 15 años en los países desarrollados, afectando ya al 25% de la población. Estos datos coinciden con los revelados recientemente por Franciso Feo, alergólogo del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic), quien se aventura a vaticinar que en un par de décadas prácticamente la mitad de la población padecerá algún tipo de alergia, con un gran incremento en la población pediátrica.
Y es que este tipo de patologías afectan a pacientes cada vez más jóvenes, confirma la doctora Garriga, que ha alertado de un adelanto en la aparición de los síntomas entre los niños: “Hasta ahora se creía que no había que hacer las pruebas diagnósticas a los menores de 5 años, pero eso no es correcto. Hemos detectado la aparición de los síntomas en niños y niñas de dos y tres años, así que invitamos a los padres a visitar un especialista en cuanto aparezcan las primeras sospechas”, ha comentado la doctora.
En Catalunya, las alergias afectan al 10,4% de los niños (es el segundo problema de salud con mayor prevalencia en la franja de edad infantil). Según los últimos datos de los que se disponen -la Encuesta de Salud en Catalunya de 2015-, en la franja de edad de 15 a 44 años, son el primer problema de salud en los hombres y el segundo en las mujeres. Por eso, los alergólogos destacan la importancia de un correcto tratamiento, especialmente en el caso del asma alérgico en edades jóvenes ya que, si no se trata desde el comienzo, el bronquio cada vez va a estar más dañado y puede desembocar en asma crónico, mucho más difícil de controlar.
Garriga también ha apuntado un incremento de las alergias complejas. Es decir, cuando un enfermo es alérgico a diferentes tipos de polen a la vez, lo que implica que haya pacientes que padezcan las consecuencias de su patología durante prácticamente todos los meses del año: “La clásica alergia estacional se está convirtiendo en perenne”, ha comentado Garriga, ya que hay personas que empiezan a sentir los síntomas de alergia al ciprés a principios de año, enlazan con el polen de los plataneros o las gramíneas en primavera y verano y no se libran del polen de parietaria hasta bien entrado el otoño.
Escasez de especialistas en Catalunya
En las ciudades el polen es más potente y más alergénico que en zonas rurales y por eso los alérgicos se ven más afectados en las grandes urbes. Por otra parte, aunque no haya aumentado de manera significativa la cantidad de polen, éste es más potente que hace unas décadas. Los síntomas, además, pueden ser graves. Más allá de los clásicos picores de ojos, de nariz, estornudos y obstrucción nasal, es frecuente también el asma, la tos, pitidos en el pecho y dificultad a la hora de respirar.
El aumento de personas alérgicas está provocando, según Garriga, que la situación actual de la asistencia alergológica esté rozando la saturación en algunos lugares de Catalunya. La doctora ha recordado que la OMS recomienda que los sistemas de salud tengan un alergólogo por cada 50.000 habitantes. Esta cifra, ha lamentado,no se cumple en algunas provincias catalanas . En Girona, por ejemplo, el sistema público de salud cuenta con dos especialistas para una población de 750.000 personas.
Dada esta saturación, Garriga ha recordado a las personas alérgicas de la necesidad de seguir los tratamientos que se les prescriban para evitar el colapso de los servicios de urgencias, que en picos de concentración de polen multiplican por tres las visitas relacionadas con las alergias. También ha recomendado a las farmacias que, en previsión de una mayor demanda, se hagan con un stock suficiente de tratamientos contra las alergias.
Por último, y como cada año, los alergólogos recomiendan que las personas que noten los primeros síntomas vayan al médico para ser diagnosticados y comenzar el tratamiento lo antes posible. El también alergólogo Francisco Feo, subraya la importancia de elegir el correcto antihistamínico, ya que reconoce que algunos de primera generación provocan sueño, lo que merma la calidad de vida de los pacientes. “Los de segunda generación son más modernos y ese efecto no lo producen”, recomienda.
En cualquier caso, “lo mejor es que la persona alérgica tenga un diagnóstico de los pólenes que le afectan y, si los síntomas son persistentes, el tratamiento debe ser con vacunas específicas de alergia, que es el único medio que permite modificar el curso natural de la enfermedad alérgica”, afirma el experto.
El dato: Las enfermedades alérgicas se han duplicado en los últimos 15 años en países desarrollados
Fuente La Vanguardia