Las dos cosas son muy molestas y comparten algunos síntomas, pero no todos. La gripe suele empezar de forma brusca y lo peor no es que te obligue a meterte en la cama, sino que puede complicarse.

Cada año por esta época la temida gripe suele estar en boca de todos. Es lógico, porque durante los meses que van de diciembre a marzo, la actividad de los virus influenza (causantes de la enfermedad) alcanza su punto álgido. La razón de tanta alarma es que, cuando llega, «arrasa» y colapsa los servicios de Urgencias.

Esta familia de virus es especialmente contagiosa –por tanto, es fácil que enfermes– y te deja totalmente fuera de juego durante al menos una semana. Puedes estar en plena forma un día y al siguiente notarte sin fuerza y solo con ganas de meterte en cama.

Entre un 10% y un 20% de la población sufre la gripe cada año

La afectación de la gripe es tan alta porque se transmite de manera muy rápida: con tan solo unas gotitas de saliva expulsadas al hablar, toser o estornudar, o simplemente tocando objetos contaminados por el virus, es posible infectarse. Por eso lavarte bien las manos es tan importante.

DIFERENCIAS ENTRE GRIPE Y RESFRIADO

Aunque la gripe y el resfriado pueden ser muy similares es importante saber diferenciar los síntomas de cada dolencia para tratarla de forma efectiva.

Toma nota de las diferencias entre los siguientes síntomas:

1. GOTEO NASAL
2. ESTORNUDOS
3. PICOR DE OJOS
4. FIEBRE

Un síntoma muy importante, revelador y con el que hay que tener más cuidado, es la fiebre.

5. DOLORES MUSCULARES
6. DOLOR DE CABEZA
7. TOS

Uno de los puntos en común entre el resfriado y la gripe es la tos. Por lo cual, la señal que te permitirá identificar si se trata de una cosa o de la otra será la mucosidad.

8. DOLOR DE GARGANTA

CÓMO PUEDES ALIVIAR LOS SÍNTOMAS

Una gripe mal curada puede pasar factura. Así que no le restes importancia y empieza a cuidarte desde los primeros síntomas.

Si actúas ante los primeros signos de malestar, será mucho más leve. No se trata de cortarla, sino de reforzar tus defensas para que el combate sea rápido y el virus no haga estragos en tu organismo.

Sigue estos consejos y notarás alivio. Eso sí, si los síntomas empeoran o no notas mejoría en una semana, consulta enseguida con tu médico.

1. ESCALOFRÍOS, LA PRIMERA SEÑAL

Estos temblores (en realidad, contracciones musculares) son la forma que tiene tu cuerpo de entrar en calor. Suelen anunciar gripe antes de que suba la fiebre.

Baño hipertérmico contra los escalofríos

  1. Llena la bañera hasta la mitad con agua a 37º y métete dentro.
  2. Abre el grifo y ve añadiendo agua caliente hasta el límite que puedas soportar (por supuesto no debes quemarte). Normalmente se aguanta entre 39º y 42º.
  3. Quédate 15 minutos y ve añadiendo agua caliente conforme se vaya enfriando. Si no aguantas la temperatura alta, puedes hacer un baño a menos grados pero más largo.
  4. Sal despacio de la bañera y envuélvete en una toalla caliente para no coger frío. Permanece unos minutos así.
  5. Evita este baño si ya tienes fiebre o mala circulación.
2. CONTROLA LA FIEBRE

Si es muy alta debes bajarla porque, aparte de encontrarte mal, puede ser peligroso.

  1. Envuelve tus pantorrillas desde los tobillos hasta las rodillas y por separado con dos paños bien empapados en agua fría.
  2. Tápate y retira los paños cuando estén calientes. Renuévalos hasta que la fiebre baje.
  3. El agua fría reduce la temperatura y activa tu sistema inmune, por eso es una aliada contra la fiebre.
  4. Al contrario de lo que muchos hacemos no hay que abrigarse en exceso (sobre todo a los niños). Debemos dejar que el calor «salga» del cuerpo.
3. CALMA LA TOS SECA

Fuente Saber Vivir TVE