Este tipo de piel engaña porque puede notar cierta mejoría en verano, pero factores como el cloro de las piscinas o el aire acondicionado favorecen la aparición de eczemas.
La piel atópica requiere unos cuidados específicos y continuados para evitar los temidos brotes, fácilmente reconocibles por sus placas rojas y una gran sequedad de la piel acompañada de picor.
Estos cuidados no pueden ser exactamente iguales en invierno que en verano porque las condiciones ambientales cambian. Y en la dermatitis atópica, los factores externos influyen, y mucho, en el control de la enfermedad.
En principio parece que estas pieles tienen cierta tregua en verano, pero no hay que confiarse porque hay situaciones puntuales que pueden empeorarlas y dar lugar a brotes.
Pero podemos evitarlo con los cuidados adecuados. Isabel Carbonell, farmacéutica y Directora de formación regional de A-Derma y Eau Thermale Avène, nos explica que es lo que más perjudica a las pieles atópicas en verano y cómo cuidarlas.
Por qué se altera la piel atópica
Dermatosis inflamatoria crónica y pruriginosa. Así se define la dermatitis atópica o piel atópica. Esta enfermedad alterna episodios de inflamación «ruidosa», en los que aumentan marcadores inflamatorios como las citoquinas que provocan los brotes de eczema, con periodos de calma.
Pero no hay que bajar nunca la guardia porque en esas etapas de calma sigue habiendo una inflamación de baja escala o microinflamación que mantiene el terreno abonado para que aparezca un brote en cualquier momento.
Pues bien, el objetivo de los cuidados para la piel atópica, ya sea a nivel de cremas como de buenos hábitos, deben ir destinados a controlar o mantener a raya ese microinflamación.
Factores que perjudican la piel atópica en verano
Isabel Carbonell nos recuerda que «aunque es habitual que las pieles atópicas mejoren a corto plazo en verano, es importante prestar atención a su cuidado».
Dicho esto, en los meses estivales hay que tener especial cuidado con determinados factores:
- El aire acondicionado. Reseca la piel y el ambiente, con lo cual puede afectar a la piel atópica.
- El sudor. Un exceso de sudoración puede favorecer la aparición de un brote. Por ello es imprescindible utilizar tejidos transpirables y evitar exposiciones en las horas más calurosas del día.
- El cloro de las piscinas es muy irritante y reseca la piel. Es por ello que después de los baños, se aconseja realizar una ducha inmediatamente después de salir, para eliminar los restos de cloro.
- Evitar el uso de cosméticos irritantes para la piel. Y eso también incluye los protectores solares, elige fórmulas específicas para las pieles atópicas.
No olvides los consejos de siempre
Conviene recordar los consejos que mejoran estas pieles y que deben ponerse en práctica todo el año:
- Evita las esponjas a la hora de ducharte.
- Dúchate en lugar de bañarte.
- La temperatura media del agua debe ser de 32-33ºC.
- Sécate sin frotar la piel.
- Utiliza fórmulas emolientes para hidratar la piel a diario después de la ducha.
- Mantén las uñas cortas para evitar las sobreinfecciones por rascado.
Productos para controlar la piel atópic en verano
Alivian, dan confort y previenen brotes, así que toma nota:
Higiene
Se aconseja usar fórmulas Syndet (limpiadores sin jabón) con pH fisiológico y activos emolientes (glicerina vegetal o Cer-omega que aportan lípidos similares a los de la piel). Es muy importante usar productos de higiene sin jabón.
También conviene que incluyan activos calmantes y tratantes (extracto de plántulas de avena Rhealba, agua termal, I-modulia).
Cuidados básicos tras la ducha
Se recomienda utilizar leches, cremas o bálsamos «Emollient Plus», que son fórmulas que se incluyen en las nuevas recomendaciones dermatológicas europeas para el tratamiento del eczema atópico.
Brotes bajo control
En las zonas lesionadas de la piel, se aconseja utilizar fórmulas reparadoras, calmantes y que eviten la sobreinfección.
Y como alternativa al rascado, se puede pulverizar agua termal para calmar de inmediato el picor.
No olvides que estas pieles requieren un protector solar específico.
Fuente Saber vivir